La mayor parte de los consumidores prefieren consultar en Internet la opinión de otras personas antes de realizar una compra. Nos gusta contrastar y saber más sobre los productos que vamos a comprar, sobre todo el nuevo consumidor 2.0, quien considera muy importantes e incluso decisivas las reseñas y comentarios en Internet sobre marcas o productos.
Actualmente con el uso extenso de las redes sociales, las marcas entienden que cada vez es más importante contactar con los consumidores en nuevos escenarios como Facebook, Twitter o Instagram, pero no siempre es fácil. Por eso algunas empresas consideran a ciertos usuarios como potenciales embajadores de sus productos. Aquí es donde entra en juego la figura del influencer, una persona que cuenta con un número importante de seguidores y cierta credibilidad en Internet, por lo que puede llegar a convertirse en un prescriptor interesante para una marca.
Los influencers cuentan con una audiencia que puede resultar muy atractiva a las empresas y cuando hablan sobre un tema en concreto, disponen de la capacidad de generar opiniones y reacciones en otros usuarios. Son un canal alternativo a la publicidad convencional que puede resultar muy útil en la promoción de productos, más en un entorno donde los usuarios están cansados de tanta publicidad.
Muchas veces el influencer tiene mayor credibilidad y alcance que la propia marca, ya que consigue llegar a sus seguidores y recomendarles indirectamente un determinado producto.
Pero encontrar a la persona ideal no es tarea fácil. Debemos tener en cuenta que no todos los influencers pueden encajar con nuestra marca o en nuestra estrategia, por eso debemos saber identificar aquellos que por sus valores, estilo y tono se ajustan a nuestro negocio.
Antes de pensar en un influencer piensa en el producto, es más importante considerar las cualidades del producto que se quiere promocionar y ver si qué tipo de persona se adecua a los objetivos que se pretenden.
Recuerda que los seguidores de los influencers son más valiosos por su calidad que por su cantidad y que como marca no debemos abandonar el resto de actuaciones que venimos realizando en otros medios.
En resumen, un influencer puede ser muy útil para una marca, siempre y cuando se elija uno adecuado. Después, sólo queda contactar con él y esperar que acepte. Posiblemente todos hayamos actuado como influencers alguna que otra vez. ¿No crees?