Dejemos que las cifras hablen por sí solas. 8 de cada 10 pymes en Baleares tienen acceso a internet. Y de estas, el 90% utiliza el email como un medio habitual de comunicación (OBSI – Fundació iBIT).
Mientras debatimos otros indicadores (normalmente bajos) de uso de las TIC en las pymes, podemos decir que el email es ya un estándar de trabajo en las relaciones de la empresa con sus proveedores, clientes o equipos humanos.
Además, la crisis de ventas de muchas empresas ha precipitado que muchos descubran el email como una potente herramienta de marketing y relación con sus clientes.
Tanto es así, que muchos casos se han ‘lanzado’ a interrumpir a sus clientes con publicidad directa, lo que en algunos casos ha acabado relegando a estas empresas a las carpetas de SPAM de las bandejas de entradas de sus clientes.
Con la aparición de herramientas (como MailChimp) que de forma profesional y gratuita permiten realizar la tarea de email marketing sin más coste que tu propia dedicación… las excusas para no probarlo en tu pyme se han esfumado.
La efectividad de este medio avala el esfuerzo que le dediquemos. Sobre todo si lo comparamos con otros medios de promoción y publicidad (tanto tradicionales como on-line). Los estudios muestran que el 20% de los emails enviados son consultados, y que la tasa de conversión de estas visitas en ventas efectivas ronda entre un 3-4%.
¿Te puedes permitir entonces no dedicar tiempo a tus emails? ¿Aún piensas que no va contigo?
Para aquellos (aún pocos) que han desarrollado una web o un modelo de negocio sobre internet… el email es simplemente una necesidad. Ha devenido la principal fuente de tráfico no orgánico (léase Google) a las webs de nuestras pymes.
Pero para las pymes que no tienen webs, o bien las tienen en formato aparador estático… el email es un buen formato para informar, atender y promocionar sus productos o servicios a los clientes.
Como todo en esta vida… el tema está en hacerlo bien.
Hacerlo mal significa a la postre bajar el % de obertura de tus emails… o bien que estos no se conviertan en ventas (% de conversión).
Y esto es lo que vamos a abordar en el taller formativo. A fijar objetivos de marketing y segmentos de públicos (audiencias) con las pymes. A definir los contenidos que puedan aportar valor y generar interés entre las audiencias. A generar listas de emails (contactos) y segmentarlos por intereses. A diseñar un email y evaluar el resultado del envío que hacemos. Hacer pruebas (tests) para acertar el momento en que enviar, los contenidos que más funcionan o los encabezamientos de tus emails.
La suerte no tiene secretos: está en probar, equivocarse y rectificar.
Para finalizar una cita de Winston Churchill sobre este tema: «La suerte es el cuidado de los detalles». ¿Cuidas tu los detalles de tus emails? Te esperamos en el taller para que cuides los detalles y evites los errores típicos.