Cada vez son más las pequeñas empresas que se plantean si merece o no la pena tener presencia en Facebook. Para muchas de ellas se trata de un terreno nuevo e inexplorado y no tienen muy claro para qué ni cómo, pero sí que se trata de un entorno en el que todo el mundo quiere estar.
Lo cierto es que las redes sociales están cada vez más integradas en la vida de las personas y Facebook se ha convertido en la red social más grande del mundo con 1280 millones de usuarios activos en marzo de 2014. En España, según el informe que recoge TechCrunch, a finales de 2013 había 12 millones de usuarios diarios.
Viendo estos datos, las empresas se encuentran ante una gran oportunidad para contactar e interactuar directamente con su mercado potencial y además, pueden hacerlo con pocos recursos. No son muchas las empresas que pueden destinar grandes presupuestos a acciones de marketing y comunicación y en estos casos, Facebook ofrece oportunidades de promoción más económicas que los medios tradicionales. Además, nos permite segmentar el público objetivo de nuestras campañas, de forma sencilla y detallada.
Por tanto, Facebook puede ser una buena herramienta para los negocios, pero para que sea eficaz es importante saber utilizarla para llegar hasta el público deseado y aprender a comunicarse con él.
La presencia de una empresa en redes sociales no puede limitarse a crear una página de Facebook y ver qué pasa, es importante definir claramente hacia dónde se dirige y cómo lo va a lograr. ¿Para qué quiero estar en Facebook? ¿Cómo son los clientes potenciales que me interesa captar o fidelizar? ¿Cómo llegaré a ellos? Si no hay un enfoque definido y unos objetivos marcados, el esfuerzo está destinado al fracaso. Toda empresa con presencia en Facebook debe cuidar su estrategia y no olvidar los aspectos que están directamente relacionados con los nuevos hábitos y tendencias de usuarios y consumidores.
Los tiempos han cambiado y ahora en las redes sociales, los mercados son conversaciones. Los consumidores ya no quieren ser interrumpidos constantemente con un bombardeo de productos y ofertas.
Los consumidores quieren opinar, comparar, recomendar, ser escuchados y conversar. Y las empresas deben tomar nota y aprender a escuchar, a generar conversaciones y por supuesto, a recibir opiniones, tanto buenas como críticas.
¿Y qué pasa con la competencia? Si la competencia está en redes sociales y tiene una buena acción en ellas, nos estará sacando ventaja. Por el contrario, si la competencia todavía no está, tenemos una oportunidad de oro si nos avanzamos nosotros primero.
Facebook se han convertido en los últimos años en un buen escaparate para los negocios, no sólo para vender sus productos o servicios, sino también para comunicarse de forma bidireccional con sus clientes y su público objetivo.
Así que, si tu empresa no tiene todavía su espacio en Facebook, ¿a qué esperas?